-Dificultad de la ruta: media.
Se debe tener especial precaución con el estado de las mareas. Recomendable acudir con un guía o persona que conozca el lugar.
La pintoresca villa marinera de Lastres, en el concejo de Colunga, situada en un entorno privilegiado de la costa oriental de Asturias, constituye una extraordinaria atalaya abierta al mar Cantábrico. Las rocas jurásicas de sus alrededores han venido proporcionando a lo largo de estos últimos años múltiples evidencias fósiles (huellas y restos óseos) tanto de dinosaurios como de otros reptiles que convivieron con ellos como cocodrilos y tortugas. Muy próximo a esta localidad se encuentra, en la denominada rasa de San Telmo, el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA).
El itinerario arranca desde el Mirador de San Roque, situado en el lugar más elevado de Lastres, junto a la ermita del mismo nombre. A partir de allí se toma un estrecho camino descendente que coincide con la denominada Ruta del Castillo hasta alcanzar una pista de tierra más ancha. Una vez en ella, es necesario caminar por la misma hacia la izquierda hasta rebasar una fuente de piedra, ahora prácticamente seca. Un poco más adelante deberemos tomar una senda que parte hacia la derecha en fuerte descenso y nos conduce directamente hasta la base del acantilado.
A partir de aquí debemos de recorrer el pedrero hacia la derecha durante unos 135 metros hasta encontrar una plancha suelta de arenisca de disposición horizontal y de unos 4,5 metros de longitud en cuya superficie se dispone un rastro formado por un total de 14 icnitas tridáctilas de pequeño tamaño (unos 13 cm de longitud media) debidas al paso de un dinosaurio bípedo, probablemente un ornitópodo de pequeña talla; la altura de su cadera sobre el suelo sería de unos 65 centímetros. Las últimas seis huellas, tomadas en el sentido de la marcha del reptil, están más separadas entre sí que el resto, lo que evidencia un aumento en la velocidad de desplazamiento del mismo.